Friday, August 18, 2006


Condenados al fracaso los intentos por subirme al ring.
Va abajo en las preferencias y busca reposicionarse.
Perredistas usaron tarjetas Ladatel


Al iniciar una intensa gira de tres días por Tenosique, Balancán y Jonuta, Andrés Granier Melo salió al paso de los comentarios de su contrincante político para decirle que solamente se retirará de la contienda electoral en caso de muerte.

De buen talante, alegre y sonriente, el candidato del PRI al gobierno del estado aclaró que sólo aplazo 24 horas su actividad política por quedarse afónico producto de hablar más de 300 horas, “tengo problemas con la voz”.

A todas aquellas personas que se le acercaban y extendían la mano, Granier Melo respondía a los afectos, y con ese buen talante, aprovechó la oportunidad de los micrófonos y las cámaras para desestimar las expresiones de su adversario, quien se encuentra desesperado por ir abajo en las preferencias de los votantes.

“Recurre a todo tipo de maniobras y ataques con la clara intensión de subirme al ring y no vamos a seguir su juego, porque sabemos muy bien que busca reposicionarse”, afirmó.

Confiado y seguro, el abanderado priista aseguró categórico: “le voy a ganar porque el pueblo de Tabasco ya tomó una decisión mayoritariamente”.


A las orillas del río Usumacinta, el candidato a la gubernatura rechazó haber rebasado el tope de gasto de campaña por la propaganda impresa en tarjetas telefónicas.

Argumentó que este tipo de publicidad es como cualquier otra que se contrata con una empresa filial a la telefónica y él lo hizo por mes y medio, de acuerdo a lo establecido en la normatividad electoral.

La decisión de que su propaganda se imprimiera en las tarjetas de 30 pesos, dijo, es porque son las que usa el pueblo, que no tiene para pagar una de 100 pesos.

Recordó que los candidatos que han usado esa estrategia publicitaria han ganado, como Marcelo Ebrard, en el Distrito Federal; Amalia García, en Zacatecas, y Lázaro Cárdenas Batel, en Michoacán, todos gobernadores perredistas que usaron las tarjetas telefónicas en sus campañas.

Consideró que eso es lo que tiene nervioso o molesto al contendiente que lo acusa, pues resulta evidente que no sabe cómo aprovechar correctamente la propaganda, y no le gustó que le ganara la partida.